Iban de Nulper, en su merecido descanso
Ruidera. Frío, hemos tenido una mañana muy pero que muy helada, 8 grados bajo cero, «hay es na».Salimos a cazar a las 8,30 de la mañana, volamos algunas perdices pero no hay manera de acercarse a ellas, con el frío que hace y no se aguantan.
A las 12 cuando ya tenemos algunas perdices sueltas, Iban cerca de una rocha, toca perdiz y sigue guiando, entre el esparto y una coscoja se queda de muestra y al momento sale perdiz que la abato del primer disparo. En la caída me doy cuenta que va alera, el perro llega al pelotazo y no espera, sale por la trocha a la carrera. Guardo silencio y dejo que el perro se valla, al cabo de 1 minuto o minuto y medio vuelve con la perdiz en la boca, alegría, alagos y caricias, en este coto hay mucha «leña» y las aleras son difíciles de encontrar.
Aprovecho que las perdices están escampadas y hasta la una y media me cuelgo 3 perdices mas, 1 conejo y 1 torcaz.
Nos vamos a la casa que hoy tenemos carne a la brasa y hay que reponer fuerzas.