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El sentado a la orden: Ya tenemos más o menos consolidada la respuesta a la llamada.
Ahora comenzaremos con el cachorro a nuestra izquierda, sujeto con una correa, se le da la orden de sentado y con una ligera presión en la grupa del cachorro se la hace sentarse.
Usaremos la palabra sentado, sienta, sit o la que más os guste. No importa la palabra que elijáis, lo importante es que siempre uséis la misma palabra.
Unas cuantas repeticiones en cada sesión de ocho o diez minutos será suficiente. Al cachorro no tenemos que cansarlo ni aburrirlo, es preferible varias sesiones de pocos minutos a lo largo del día que una sola sesión de treinta o cuarenta minutos.
También es aconsejable que al darle la orden de sentado le hagamos un gesto con la mano, yo empleo el puño cerrado y con el dedo índice estirado señalando al frente.
Siempre acabaremos la sesión en positivo, con la ejecución de la orden bien cumplida.
Obediencia básica.
La importancia de la obediencia básica en los perros en general y en los perros de caza en particular, es esencial para el buen manejo de los primeros en la convivencia diaria y en los de caza como nuestros auxiliares en el arte cinegético.
Enseñándole la obediencia básica a nuestros perros disfrutaremos más con ellos y el tiempo empleado con la enseñanza será recompensado con creces.
La llamada, el sienta, el tierra, el junto y el quieto, a la orden, será la base de esta obediencia “básica”, que como la palabra indica es básico para el entendimiento y la convivencia con nuestros perros.
La llamada: Comenzaremos con el joven cachorro con el juego, premiando con comida y con felicitaciones “muy bien” al acudir a la llamada.
Un juego muy fácil de hacer en casa , es colocarse cada miembro de la familia en una habitación o estancia diferente de la casa y por orden ir llamando al cachorro.
Al llegar este se le premia con comida “ refuerzo positivo” (un trocito de salchicha, un trocito de queso, una bolita de pienso o algo que le guste a nuestro cachorro) y se le halaga con caricias con el “ muy bien “.
En poco tiempo el cachorro tendrá una respuesta inmediata asociada a la llamada. Con el tiempo iremos reduciendo el premio de la comida y dándoselo aleatoriamente hasta que solo reciba caricias y felicitaciones.
Otra manera es, teniendo el cachorro suelto, en cuanto veamos que el cachorro voluntariamente se dirige hacia nosotros le damos la orden de aquí y en cuanto llegue premiamos con el refuerzo positivo y con caricias. Parece complicado, pero se hacen grandes progresos haciéndolo con este sistema.
Cuando hablamos de obediencia básica, hacemos referencia, a una serie de ejercicios que todo perro de caza debería saber realizar como parte de su educación. Estos ejercicios, que responden a las órdenes de, «junto«, «sienta«, «tierra«, «quieto» y «aquí«, pueden ser utilizados cotidianamente con diversos fines prácticos. Además, durante el adiestramiento básico, nuestro perro también deberá aprender los refuerzos «no» y «muy bien» como negativo y positivo respectivamente.