El juego
«Observar a una camada de cachorros. Comen, juegan y duermen. Es un ciclo invariable, del que podéis aprovecharos interviniendo en la fase del juego, la más fácilmente explotable. Juegue con el cachorro lo más frecuentemente posible, usted por supuesto, pero también toda la familia. Una bola, un hueso de goma, un trapo viejo, son los mejores instrumentos dentro de la casa. En el exterior también, allí al cachorro le gustará correr a lo loco, rodar sobre la hierba, pelearse. Haciendo esto, os convertiréis imperceptiblemente en el jefe, que manda, que impone su voluntad, aunque no sea más que decidiendo parar bruscamente el juego mediante un empujón, un capirotazo, o, por qué no, una dentellada….»
Texto de : Educación y adiestramiento de perros de muestra para caza y field-trials. De J.M. Pilard