Otro fin de semana tras las (ahora ya) escurridizas codornices. Las primeras semanas de caza en la media veda las codornices aguantan mucho las muestras de los perros, ahora ya se ha espabilado y una vez detectan al perro de muestra, ellas intentan escurrirse apeonando casi como las bravas perdices rojas. Ahora con menos cantidad las disfrutas el doble, ya que los lances, muestras, guías y patrones se suceden uno tras otro. Es un placer y un lujo colgarse un par de docenas bien trabajadas por los canes.
Ayer al llegar a casa después de un tranquilo viaje, en el que el perro se portó perfectamente, al llegar al jardín y ver un juguete le hizo la primera muestra, posteriormente jugando hizo 3 mas ¡vaya genética! Estoy seguro que me dará muchas alegrías en el campo. Ha pasado también la noche muy tranquilo, así que me parece que… ¡empezamos bien!