Otro fin de semana tras las (ahora ya) escurridizas codornices. Las primeras semanas de caza en la media veda las codornices aguantan mucho las muestras de los perros, ahora ya se ha espabilado y una vez detectan al perro de muestra, ellas intentan escurrirse apeonando casi como las bravas perdices rojas. Ahora con menos cantidad las disfrutas el doble, ya que los lances, muestras, guías y patrones se suceden uno tras otro. Es un placer y un lujo colgarse un par de docenas bien trabajadas por los canes.
Por fin, ya estamos en la tan esperada fecha del 15 de agosto. El cazadero, impresionante en cuanto a su grandeza y a su belleza, que hemos dedicado para la «Media Veda» del 2011 a la caza de la codorniz. Con un terreno muy seco, dado la epoca en la que estamos en plena canícula veraniega y la falta de lluvia en los últimos meses. Hemos llegado al cazadero despuntando el día, dando nos tiempo a preparar todos los artilugios. El coche junto con el remolque, lo hemos dejado bajo una carrasca, donde le hemos hecho un hueco a las ramas bajas para «empotrar» el remolque y que le diera sombra toda la mañana. Antes de salir hemos puesto agua a los perros que se quedaban en el remolque.
Aún hemos tenido que esperar a hubiera más claridad, para poder ver las pequeñas codornices en sus primeros vuelos tras las muestras de los canes. En la foto se ve más oscuro de lo que realmente erá, debido al uso del flash en la cámara fotografica. El cazadero es precioso, aunque es una lastima porque al cosechar han picado la paja y las codornices no están en los rastrojos. A primera hora he sacado a Iban y a Coto de Sonella. Los setters, han salido un poco verdes y alocados, para irse tranquilizandose al cabo de los minutos. En el transcurso de la mañana han ido cogiendo emanaciones. Los lances, las muestras y los patrones, se han ido sucediendo uno tras otro llegando al final de la mañana con una abultada percha.
Como podeis ver en la última foto, sin montones de paja y el corte muy bajo. Las codornices que quedan en el cazadero las hemos tenido que buscar en los margenes y terrenos yermos, por cierto muy abundantes, ya que las parcelas son pequeñas en casi todos los sectores del acotado.